A última hora

Mis ojos se cansaban por momento según pasaba el tiempo sentada frente al ordenador. Después de 6 horas en una oficina era lo que menos me apetecía, pero tenía que tener ese trabajo acabado antes de la mañana siguiente.
El tiempo pasaba rápido en mi reloj pero despacio en mi cabeza y, por más que lo intentaba, no conseguía mantener los párpados en su sitio ni asimilar que era exactamente lo que estaba haciendo.
Un ventana se abrió en mi ordenador.
-Hola
-Hola, quien eres.
-No me recuerdas?
-No, quien eres?
-Soy simplemente yo. Estoy, pero no me ves.
No entendia muy bien quien era ese o esa que me escribia a las 4 de la mañana por un "canal privado" pero no le di más importancia. A los 10 minutos volvío a abrirse una nueva ventana.
-Buenas noches, soy yo.
-Mira , hoy no puedo jugar vale? estoy muy liada. -Lo sé, estoy a tu lado.
Ahí comencé a asustarme de verdad y me di la vuelta. Cuando volví a mirar la pantalla había cambiado de color, y solo saltaban ventanas con mensajes de saludos, no podía cerrarlas...
Una mano tocó mi hombro y grité.
-Tamara, cariño, son las 7 y cuarto, te has quedado dormida. Mi cara tenía la marca de las teclas del ordenador y el dvd (con la grabación finalizada) ya había sido expulsado. el trabajo estaba terminado.