Tamara de Lempicka

lunes, julio 23, 2007

¡Qué orejas mas grandes tienes! -Son para hablar por telefono

El bosque fue clareando y se encontró bajo un sol abrasador que comenzaba hacer que perdiese la visión.
Nunca supo que le habian puesto en la cestita que parecia mas propia de un cuento que de la vida real pero bajo la apariencia de canasto de mimbre se escondia un caja provista de altas medidas de seguridad.
Solo sabía que debía llevarla al otro lado.
-Hola , donde vas? le preguntaron desde un árbol
- ¿Me estas vacilando? ¿Tu quien eres , el lobo feroz?
- Hombre llámame x si quieres.
- ¿X?, mira prefiero no llamarte, si no te importa.
Cuando se marchaba volvió a oir.
_¿Qué llevas en la cestita?
- Un coktail, no te jode.
_ ¿Caipirinha?
_ No molotov
_ Joder con la niña.
_ A ver , ni soy niña, si soy tonta ni me apetece hablar contigo.

Lo que le faltaba ahora era encontrarse con voces conocidas desde lo alto de los árboles, y siguió su camino.

lunes, julio 16, 2007

humo en azul


¿Qué pasaba con ella? Por fin habia encontrado lo que quería: su propia libretad.
La vida que llevo durante su juventud hacía pensar a todo el mundo que iba a acabar mal, muy mal, ya que nunca tuvo trabajo fijo, se la conocieron relaciones con hombres que "no convenían" y siempre le dio lo mismo. Sus amistades envidiaban la capacidad que tenía para abstraerse del resto del mundo importándole un bledo lo que comentaban acerca de lla, de su ropa o de su compañía.
La ambición destacaba en su persona y un caracter fuerte y arrollador.
Podría tener a quien ella tuviera , pero nunca la retenían demasiado tiempo. Poco a poco, y gracias a una pizca de dinero que llego en un momento exacto y que ella achacaba a una herencia inesperada, pudo comprar algo de material y en el cuarto alquilado que tenía, comenzar a emborronar papeles con líneas y colores que luego convertiria en vestidos que solo ella podía ponerse.
La suerte , el azar o su propia forma de ser, hicieron que la viera un caballero de dudosa reputación, algo bastante mayor, y se la llevara una noche, a la fiesta más importante de la ciudad.
Llevó uno de sus vestidos y la anfitriona que se fijó en ella nada más entrar tradó menos de 10 minutos en pedirle un diseño exclusivo.
Así comenzó su camino. Hoy sonríe de satisfacción.

miércoles, julio 11, 2007

Mon petit garçon


Ella era azafata de British airwais. Él ejecutivo de una multinacional. Se conocieron en el avión Madrid-Miami en pleno mes de julio.

Esa noche, en el hotel Ritz, fue para ella la mejor de su vida. A la mañana siguiente despertó sola, en la habitación, desnuda, con una resaca de espanto y la habitación llena de cascos de botella de Möet Chandon. Se puso la camisa que él había dejado olvidada, la corbata negra que aún estaba en el bolsillo y salió a la terraza del hotel tapándose la cara con una enormes gafas de sol negras.

Daban las 10 de la mañana y el calor era sofocante. A esa hora ya estaría despedida. A las 7 salía su vuelo de vuelta.

Sabía que no iba a olvidar esa noche en toda su vida y quería gritarlo a los cuatro vientos desde lo alto de su balcón. Le sobraba la corbata, también sobraba la camisa incluso la ropa interior.

Una vez recuperada, aún en el balcón, se dio cuenta que no le volvería a ver.

lunes, julio 02, 2007

desencantada



Valmont se sentó a mi lado juno a uno de los altavoces que llenaban el local de musica estridente, dando la espalda a Danceny y a la joven inconquistable que le acompañaba. Me puso la mando el hombro, me alcanzó un vodka con zumo de naranja y me dijo:

- Marquesa, creo que vos estais desencantada con el amor.
- ¿De veras creeis eso?
- De veras lo creo. En puntos opuestos sentimos lo mismo. Yo he vivido muchos amores, de esos por los que te quitarias la vida y vos no. Pero han pasado por su camino personas y relaciones que le han hecho creer que ese amor real y puro no existe. Por ambas la razones, por exceso y por defecto, ambos estamos desencantados.
- Cabe la posibilidad. Pero no estoy del todo de acuerdo.
- No? Pues la historia se repite.
Nuestras miradas se encontraron sobre la mesa de madera y hierro y las risas atronaron en nuestros oídos. Se perdieron entre la multitud.
- Pues si la historia se repite. iré despidiendome de vos. Le queda poco para la estocada final.
- Sí, pero será por vuestra culpa. Todo se repite pero estamos en el 2007, tengalo en cuenta. No habrá estocada , al igual no que habrá consumación peligrosa. Yo ahora me quito del camino. Tengo ética y moral.
- jajaja! De veras? Sera la primera vez en vuestra vida que la practiqueis.
Estallaron de nuevo las risas mientras encendiamos un cigarrillo. Tres años de juego terminaron de la forma mas inesperada, y para mi que la historia sí se puede repetir. Y perdía la marquesa.