Tamara de Lempicka

sábado, abril 16, 2005

zapatos

Hoy he vuelto a casa con prisa, a las 2 del mediodia despues de una noche de copas y bailes y casi ni he tenido tiempo para meterme en la ducha y "engalanarme" (o disfrazarme, segun se mire) para acudir a una reunion familiar. 20 personas festejando los 95 años de mi abuela. Medias, falda, y zapatos. Me resulta raro usar zapatos, tengo los pies demasiado acostumbrados a las zapatillas de deporte. Estos son de punta , negros, bajos, regalo de quien organizaba la reunion... Me quedan pequeños. NO me di cuanta cuando me los probé, pero me quedan pequeños. MIs pies van encogidos, apretados, presos. NO tienen libertad para nada ni para andar por si mismos. No me gusta que los zapatos sean señal de elegancia, o de vestir bien... no me gusta. Quiero ir descalza. Quiero calzar zapatillas y que no por eso me dejen fuera de un bar. Ahí mis pies son libres pero yo no lo soy. No es justo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta ver que lo tienes tan claro. Es lo mejor, descálzate.
Un saludo,

Mª Descalza Liñán