Tamara de Lempicka

viernes, abril 22, 2005

El color del cristal

No supe entender, no supiste explicar. No supe decir, actuar, no supiste separar, o abandonar. Los lanzamientos acabaron siendo duros, cómo los del mejor pitcher, teñidos de colores calientes y escasos de tiempo para estallar. Las balas de cañon eran devueltas sin que el bando contrario reaccionase, sin que explotasen. Por eso se quedaron ahí, quietas en el aire y ahora estan reunidasn, jugando al mus y discutiendo y analizando porque han acabado así. Si las miras hoy, desde arriba, puedes observar que una hace trampas, que la otra guiña un ojo y que una tercera hace una seña de solomillo cuando a tí te pareció en que, en un primer momento, eran dúplex.
Porque todo depende del cristal , del color, del momento y , sobre todo , de lo que uno quiera entender. Si es gris y le da la sombra ,lo veremos más negro de lo que es en realidad. En definitiva: no supimos entender.

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