Regaliz

Llevaba semanas, dias , horas, minutos, segundos sin probarlas. Sabía que su fuerza de voluntad le ayudaría a no volver a caer en la tentación de tomar ni una sola gominola más. Lo estaba superando, y se sentía feliz. Aun así, su cuerpo necesitaba de vez en cuando una dosis de "pica-pica" o de algun tipo de azucar tratada quimicamente pero intentaba ser fuerte, sabia que en poco tiempo el precio subiría como la gasolina y sería imporsible conseguir nada medianamente bueno, asi que preferia dejarlo antes de que fuera demasiado tarde.
Despues de la cena , dieron un paseo por la Castellana y le ofrecieron un adorable osito recubierto de azucar.
-No gracias, lo estoy dejando.
- Es verdad, perdona.
Siguieron andando.
Uno de ellos se acercó a su oido y dijo en un susurro:
- Tengo un regaliz, buenísimo. ¿quieres probarlo?
- ¡¡¡REGALIZ!!!!
-SHhHHHHHH! -dijeron sus dos acompañantes
- Perdón ,¿regaliz?¿rojo?
- Sí... eso no es caer, venga , anímate , yo voy a probar un poco.
- Pero sabeis que está prohibido, como nos pillen...
- Pero bueno, si tomo un poco cada día. Porque te crees que estoy tan bien ultimamente.
Vieron un parquecito cercano en medio de esa gran calle de la capital y no dudaron en dejar escapar su lado más infantil y saltaron los tres al arenero donde estaban esperandoles un columpio, una mesita tamaño "polly pocket" y una de esas "casitas" con tobogán y escalera de cuerdas, con un timón simulando el más sangriento barco pirata. Se subieron a él, y cerraron ese círculo mágico mientras sacaban el regaliz a escondidas. Los tres lo probaron y comenzaron a relajarse. Sus cabezas se abrieron y rieron un rato divagando acerca de lo bien que les estaba saliendo "la jugada".
Despues de eso se miraron , se sonrojaron, desembarcaron y cada uno siguió su camino.