Tamara de Lempicka

martes, mayo 10, 2005

por ver el sol

Llevada casi medio año escondido tras la puerta , hecho un ovillo, esperando el momento de salir y ver el sol, de que le eligieran , de que se lo probaran. PAsó varias veces... pudo estirarse y posarse en una piel suave , pero ese no era el dia, el blanco reluciente no es un color para el invierno.
Tuvo ganas de salir, pensaron mucho en él, en su color, en un posible cambio , en quemarlo, en regalarlo, en donarlo... porque veian que no iba a ser usado nunca. Pues ese dia llegó... despues de varias jornadas de sol abrasador una mano húmeda aun por el agua de la ducha fue a cogerlo , lo extendio sobre la cama y lo acarició y supo que ese era el dia: justo despues del dia I, de incertidumbre, de ilusión , de incomprensión. No, no acudio a la cita. Por eso la dueña de esa mano que lo acariciaba que ese era el dia, cuando supo que tenia que darle esa oportunidad , que no significaba más que eso... solo sacarlo para que viera el sol.

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