Tamara de Lempicka

lunes, enero 09, 2006

Unas pocas letras



Usaba sus palabras como forma de expresión, era incomprensible que una persona que nunca había hablado, que tenia esa deformacion en las cuerdas vocales, fuera capaz de expresarse de ese modo.
Desde una tarjeta de felicitación, hasta el más profundo de los poemas o un trabajo en la facultad de humanidades, dejaba boquiabierto a cualquiera que leyese sus escritos.
Esa tarde escribió a conciencia y cuando acabó esas 30 páginas a mano donde se desnudaba por completo, las echó al correo.
Esperó, nadie comentaba nada, ni decía nada, ni opinaba nada, y él, obviamente, no podia sacar el tema en una conversación de las habituales...
Por eso espero mientras se carcomía el cerebro y lo poco de cuerdo y sutil que le quedaba en esos instantes.
Se había descubierto, había jugado con sus cartas la mejor mano que él pensó que nunca podría obtener, pero aun no sabia si tenia resultados.
Un día, en una mirada supo que había llegado a manos de su destinataria y que ella nunca supo de donde provenían, pero no le decía nada y que ella enmudeciera le estaba abrasando el alma.
Así siguieron por mucho tiempo: Él, sabiendo que ella sabía y ella sin saber que era él quien atormentaba sus sueños y había hecho que su corazón latiera puro por primera vez.
Sus manos le delatarían si su cabeza no hablase con ellas , y esas mismas palabras son las que, algún día, le harían ser sincero con ella y consigo mismo.

8 comentarios:

Zifnab dijo...

Es que es muy dificil. Mucho.

Algo habría que hacer con ese tipo de silencios

Se feliz

Eva dijo...

Tendríamos que hablar menos y aprender mejor el idioma del silencio... Con el silencio no se miente, ni se daña, ni se hacen falsas promesas...

Como siempre... precioso!

Besos guapa!

Anónimo dijo...

¡Qué triste es saber que nuestras palabras sean prisioneras del anonimato!.
Me ha encantado el post.
Un besazo guapa.

Eurídice dijo...

Precioso a la par que da pena...

Joooooooooo, qué bonitoooooooo!!

Muchos besos, Blanche*

Bito dijo...

Las palabras necesitan ser escuchadas, sino se enmudecen y mueren... a veces, sin la procedencia, pierden el sentido.

Anónimo dijo...

bien dicho preciosa

Anónimo dijo...

Blanchepatra preciosa: es así: todo es sueño, pero no estamos dormidos. Cuando escribo que todo es sueño lo que digo es que la firmeza de la realidad es menor de lo que suponemos, y que la fuerza del pensamiento y del amor es mil veces mayor que la de la materia o la de eso que llamamos realidad. Sé que te das cuenta, y te agradezco la fe en que va a salir bien que me regalas. Ya has leído mi "esto también sé que lo vas a leer". Sea. Un beso.

Amapola dijo...

Salu2's:
te dejo mis salu2's.. y una invitacion a que te des una vuelta por mi blog.
mientras esto pasa, yo continuare leyendo.

Amapola.