Tamara de Lempicka

martes, enero 24, 2006

La joya de Dalim

(partes I y II)
Se levantó de la cama en dirección al agujero que le habian asignado como letrina en la noche más cerrada que el califato de Dalim hubiese imaginado y metió la cabeza sabiendo qye el putrefacto olor que desprendian los restos de sus anteriores compañeros le ayudaría a quitarse ese punzante dolor abdominal que no le dejaba dormir.
Así fue y de la boca de Li salieron los restos casi sin masticar de sus ultimas dos comidas que (aunque copiosas) le habian sentado francamente mal.
- Fueron esa mierda de hongos -pensó y se dijo a si mismo que nunca comería más setas.
desde ese momento se serenó y aunque se encontraba mucho mejor, ya se habia desvelado.
En solo dos días le tocaba actuar para el califa y sabia que si no era de su agrado acabaría como sus antecesores, sin yugular. Pero esa no era su preocupación.
El número era perfecto, con bailarinas, magia, música..un espectaculo que li llevaba años perfeccionando.
Desde que dejó de robar en los bazares a extramuros del palacio y comenzó a trabajar de ayudante de fakir lo tuvo claro. El mayor golpe sería en el palacio de Dalim.
Se escabulliría detras de las curvas de su mejor bailarina para robar la joya, la que estaba en esa torre, la que nadie conocia pero todos deseaban ver, la que tenía que ser suya.

Al día siguiente los paseos por el palacio, por la zona que le dejaban visitar fueron continuos, escudriñando los detalles de los muros que tendría que escalar más rapido que nunca. Era un buen escalador, confiaba en eso. No fue capaz de comer en todo el día y esa noche bebió menos de lo habitual pero le afectó como nunca.
Ya de madrugada buscaba las perfectas localizaciones una vez entraron a los salones del Califa. Telas, carpas, cojines, reservados y recobecos , escondites y sombras provocadas por él, y para él.


(continua...)

Llegó la hora de la cena y los nervios se apoderaban de todos.

El Califa, acomodado entre cojines de seda y terciopelo, rodeado de bellas mujeres aplaudia ensimismado con los jovenes que realizaban acrobacias con sus monos malabaristas y, como un niño con zapatos nuevos, soltaba leves grititos para mostrar su felicidad.

La más pequeña de las bailarinas ajustaba sus pañuelos en la cadera con el ansia y las mariposas en el estómago que provoca una primera actuación.

Los faquires abrillantaban sus espadas y cuchillos

Li hacia un rato que habia visto que todo estaba listo y se escurria tras las cortinas y la corte de Dalim para subir a la torre.

DOs hombres custodiaban una entrada , sin puerta pero con la suficiente luz como para ver a un gato pasar. Li se bloqueó:¿cómo no habia sdo capaz de pensar en eso? Cogió una piedra y dio una patada lanzándola contra un foso, de detras de la torre.

Ambos corrieron a ver que era esa ruido-

-¿Qué? ¿Ha funcionado? no uede ser posible- Li pensaba en como habian sido capaces de ddspistarse solo por eso, pero no tardó mucho en correr escaleras arriba hasta lo mas alto de esa fortaleza.

Y lo vio. Bueno ,creyó verlo: Era una urna de cristal de la que emanaba una luz cegadora

(CONTINUARÁ)

5 comentarios:

Isthar dijo...

¿Conseguirá robar la joya? ¿Le aplaudirá el califa o le cortará la yugular? ¿Habrá princesa en el cuento?

Espero, espero... :)

Alvaro Bode dijo...

Continua, continua!!!!
Me muero de gans de leer el fianl jejeej!!

Un besin!

juank sinclair fantoba dijo...

Continuando, que es gerundito.

Anónimo dijo...

Hola wapa a ver cdo t veo, q ya no voy a poder escribir mas q cierro el blog!! Y nunca coincido conito por el msn

இலை Bohemia இலை dijo...

No tardes en la continuación...