Tamara de Lempicka

martes, marzo 21, 2006

Café para dos


Y aunque fueran las cuatro de la tarde, mi sensación era la misma que tuve durante todas aquellas mañanas que desayunábamos a las 8 antes de separarnos por unas horas en la ciudad con más gente y más ruido que recuerdo.
Para mi ese ruido no existía, mi cascará transparente me evitaba escuchar los motores, impedia que el humo se impregnase en mi ropa, y aunque hubiera sido así me resultaría indiferente.
Esta vez esperaba, era yo la que esperaba porque no habiamos bajado juntos desde tu casa, sino que habiamos quedado allí directamente despues de más de 15 meses sin poder siquierapensar en tí sin que un escalofrío me recorriese todo el cuerpo.
Sonreía y daba vueltas al café que , sin querer, habia olvidado pedir descafeinado, y que me ponía nerviosa solo por el hecho de reconocer mi error. Me equivoqué por puros nervios y el plato tenía ya más líquido que la propia taza de la que no bebí ni un sorbo.
Ya habían pasado diez minutos de la hora a la que habíamos quedado. Siempre fuiste impuntual. Despues de no se cuantos meses sin fumar, pedí un cigarrillo a la chica de la mesa de al lado cuando realmente ni me apetecía. Aún así, creo que me tranquilizó.
Te quise tanto.
Con el cigarro entre las manos recordaba los días en que me regañabas por liarme cigarrillos en la cama , mirando por la ventana mientras cargabas la cámara de fotos e intentabas disparar sin que te viera. ¿Cuantos agujeros tendría tu edredón por mi culpa?
Me alegré al pensar de, despues de todo, podiamos ser amigos o al menos intentarlo.
Quería decirte tantas cosas:
_ ¿Sabes? durante mucho tiempo creo que no dejé de quererte
Aunque eso , igual no era lo más apropiado.
Desde la ventana se veia la pequeña calle de tu estudio, tu portal y sin querer me agaché y observé que tu ventana seguía decorada los adornos que hicimos juntos. También vi como se mivían las cortinas. Supongo que estabas a punto de bajar. Uno de los adornos se cayó.
Ya eran y 20 y había parado de llover pero Madrid seguía gris, vaporoso.
Vi como salías corriendo de tu portal, esperaba la sonrisa de las citas futivas de los primeros dias, pero ni miraste.
Llevabas la chaqueta de piel que te regaló tu padre, seguía tan vieja cómo siempre.
Sonrie, no pude evitarlo.
Llevabas una caja que cubría tu cabeza de las gotas que aun caian desde los balcones.
-Hola- dijiste mientras sacudias tu cabeza.
- Hola_ dije mientras me levantaba a darte dos besos.
- Mira, se que te llamé yo, pero no tengo mucho tiempo, solo quería darte esto_ y me alargaste la caja que antes cubría tu cabeza_ creí que te gustaría conservarlo. Me voy a Barcelona.
No pude decir mucho más, cruzamos tres palabras y te marchaste. Miré hacia tu ventana mientras llegabas al portal, la cortina se volvió a mover y vi una mano que descorría la cortina. No, no era tu mano.
Miré la caja: los adornos que hicimos juntos para tus cristales no se habían caído, estaban ahí dentro.

10 comentarios:

Enrique Gallud Jardiel dijo...

Me gusta en tono sereno e intimista de tus relatos. Buen equilibrio con los diálogos.
Besos

Edu B. dijo...

reencuentro con alguien al k kisiste en exceso en su día, un reencuentro k tal vez no salio como esperabas, en fin hay k mirar para adelante y seguro k encuentras a alguien tu vida a kien volver a kerer tanto si es k no lo tienes ya. Me encanta la sensibilidad con la k escribies k supongo sera un reflejo de tu personalidad. Bsos y cuidate.

Anónimo dijo...

El tono genial y si es algo personal, enhorabuena porque realmente parece que esta superado.

Besos

TORO SALVAJE dijo...

A mi me ha parecido demoledor, espero que no sea real y si lo es, un fuerte abrazo.

Cazadora de almas dijo...

Niña, espero que no sea cierto porque me has dejado con sabor a hiel, con tristeza, con...

Besitos!

Eva dijo...

"¿Sabes? durante mucho tiempo creo que no dejé de quererte"
Cuántas veces se nos ha quedado esa frase en la mente cuando nos curzamos con aquel gran amor... No era lo más apropiado, pero era lo que sentías.

Besos

Bito dijo...

Una narración excelente pero... menuda putada. Y digo yo ¿tirarle el café encima y apagarle el cigarrillo en el ojo no se te ocurrió no? digo, para quedarte bien a gusto.

En fin, quizás hasta fue lo mejor.

Patry dijo...

Increíble, después de unos dias desconectada del mundo llego hasta aquí de nuevo, cansada del viaje, y me encuentro con lo primero que me hace estremecer desde hace tiempo (me estoy volviendo fría)

Ánimo si es algo cierto, y todo lo mejor si tu cabecita es capaz de inventarse algo así...

Por cierto, haberle metido los adornos en..... el buzón

Un beso

Isthar dijo...

Algunas personas necesitan poder deshacerse de la historia anterior para poder seguir adelante. Yo soy de las que guarda los recuerdos mientras no duelan demasiado, y seguro que me habría roto en mil pedazos que me devolvieran lo que una vez hicimos juntos...

Un abrazo muy fuerte

Zifnab dijo...

No se....

Te has leido El Hombre que hablaba de Octavia de Cadiz?

Ella siempre se iba a las ocho...

El amor es muy egoista... y a lo mejor cuanto más egoista sea, menos daño hace. Pero no lo se. No se nada

Me gustó mucho, desde las literaturas al menos

Se feliz