Dulce magnetismo, dice una canción

Y me siento deñlante del ordenador porque quiero que de mis dedos salgan palabras para que lea la gente que, cada vez menos, es asidua a este blog. En concreto tu, uno de los nuevos lectores que, como muchos, acerca su ojo a la cerraddura de esta puerta en la que yo despotrico, con o sin sentido, depende del dia.
y me vienen canciones a la cabeza, muchas, ahora escucho Lullaby de the Cure.
Pienso en Madrid, en lo enamorada que estoy de mi ciudad, de lo que me gusta y de las ganas que tengo de disfrutarla contigo y que te enamores también de ella.
Porque me gusta enamorarme de las cosas,siempre de las cosas. Nunca de la gente. Nunca lo he hecho. Siempre que me preguntaban contestaba un parco "no se". Y a día de hoy tampoco lo se, pero he descubierto tantas cosas en unos pocos dias que me muero de ganas por tirarme de cabeza.
Sentada en la mesa del salon veo ropa tendida, unos calcetines de rayas que no son mios, una botella de ginebra que yo no he empezado ni he colocado en esta estanteria, un ordenador blanco, un libro de cocina y miles de dibujos y palabras en ingles que ordeno para intentar "enseñar". Yo, educadora. Vamos! lo que me faltaba. Pobres de los padres de esos niños a los que yo voy a intentar educar por medio del teatro.
Y me vienen mas canciones a la cabeza. UNA. mira que la había oido veces. Pues nunca me habia parado a escucharla en profundidad. uno de los dos polos,la mitad de una historia, medio elenco estable, una variable, menos, o mas, no lo se.
Un complemento.
pues eso... cosas.
(no es pot fer més)