Tamara de Lempicka

miércoles, septiembre 05, 2007

decisiones



Era pequeña pero encerraba mucha fuerza que salía, nada más conocerla, por su mirada. Esa noche se había sentado frente a él, una vez más, pero en esta ocasión se había propuesto decirle todo lo que pensaba. Lo había intentado más de 100 veces pero nunca fue capaz de contarle toda la verdad.


Llevaban más de 3 años viviendo juntos y nunca le había dicho lo que pasó realmente la noche de su fiesta de cumpleaños de hacía año y medio. Nunca lo creyó importante pero una noche su cabeza decidió que era el momento, que su relación era lo suficientemente sólida como para decirle eso y mucho más. El miedo que tenía a perder lo que había entre ellos le hacía dar vueltas y más vueltas en su cabeza.


Las últimas semanas habían sido perfectas para ella: Había redescubierto el amor juvenil, sentía los mismo que cuando tenía 15 años, había encontrado un trabajo que le apasionaba, y entre ellos... nunca había habido una confianza tan plena cargada de complicidad y mensajes ocultos.


Sabían más el uno de él otro que ellos de sí mismos. Por eso era el momento de hablar.




Le esperó sentada en el sofá, abrió una botella de vino, y se sentó con un pie sobre el cojín mientras con el otro no paraba de dar golpecitos a la mesa. Se mordía las uñas, llegaba mas tarde de lo habitual, el reloj pasaba de las 11 de la noche.

Cuando llegó lanzó el maletín a una esquina y se lanzó sobre el sofá poniendo los pies sobre las rodillas de ella y mirándo el vino con ojos de deseo. Ella le sirvió una copa.

- Hola cielo, como ha ido el día?
-Pues llevo todo el día en casa, tirada. y tu?
-No puedo más. ¿En que momento decidí que quería ser un adicto al trabajo?
Los dos ríeron
-Estas rara. ¿Pasa algo?
-Que pregunta más rara para que sea dicha por un tio.
-Jaja, que graciosa. Sabes que no soy un "tio" como los demas al menos para tí.
-No, menos mal.
-Bien,¿ y qué es?
-Pues tengo que contarte algo.
-Dime dime dime, es ese chico con el que te has reencontrado? el del instituto?
-Que no... no seas adelantes acontecimientos. A ver, te acuerdas el día de tu cumpleaños, el de los 26...
- Sí claro, que fiestón... aun me acuerdo del..
Sonó el teléfono
- Espera. Si?
Ella apuró lo que quedaba en la copa. A él se le cambió el gesto. Los ojos se le empañaron. Colgó el teléfono y se quedó mirando fijamente a la pared. Se derrumbó sobre ella. Aunque se esperen las cosas no dejan de doler.La historia que tanto le había obsesionado no merecía tanto la pena. Para que tantos problema. mejor que se dejara pasar.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Un placer regresar a tus lineas tras la pausa veraniega.
me encanta la frescura de tus letras, creo que ya te lo he dicho y si no lo he hecho aprovecho para darte la enhorabuena.
un abrazo.

Para, creo que voy a vomitar dijo...

No sé si es mejor que se dejara pasar, pero obviamente ese no era el momento.

Terminará confesándoselo?

Yo creo que sí.

alayma dijo...

A veces le damos demasiada importancia a algunas cosas que no tienen tanto en realidad, pero también es cierto que si se dejan pasar algunas cosas luego vuelven mas grandes y es peor, hay que encontrar el punto intermedio y el momento adecuado... no es facil.

Besotes

Tamaruca dijo...

Yo no se lo contaría (a no ser que quisiese terminar la relación, lanzar una bomba así suele ser bastante efectivo): me parece un modo egoísta de acallar mi conciencia y provocarle al otro un daño gratuito. Si meto la pata, sufro yo solita mis remordimientos.

Un besito, Blanche.

P.D. Me encanta la imagen de Tamara de Lempicka y entre tus libros favoritos coincidimos en Asfixia :)

Churra dijo...

las cosas que se esperan son las que mas te hacen sufrir ...porqu sieempre tienes la esperanza de que no van a suceder ...que va a ocurrir algun milagro .

Capitán Alatriste dijo...

Uy que buen comienzo para una historia. Continúe por favor.

Anónimo dijo...

El requisito del éxito es la prontitud en las decisiones.

Anónimo dijo...

hay en ocasiones que es mejor callar.el silencio a veces permite el rumbo de tu felicidad
un besito hermana

Aprendiza de risas dijo...

Una debe pensar en las consecuencias de sus actos y de sus palabras. Si contarle la historia podía mejorar su relación de pareja, que ya era perfecta, adelante, pero si no, era una acción en balde; ni eso, fue un desastre, aunque, una duda... ¿era una relación tan perfecta?

Cai por aquí a puro de verte en los rincones de amigas comunes. Un placer leerte.

Besos,