PALPITANTE

El paso lento del caballo se podía asemejar al sentir de ese latido. Tranquilo, pausado, rítmico, ágil y ligero.
Un sonido a alrededor hizo que comenzase a trotar y a galopar temblando si dejar que el resto del cuerpo reaccionase y las manos se tranformaran en mantequillay no superan donde esconderse. El galope era muy fuerte , era como el corazon delator del que hablaba Poe, que martilleaba la cabeza del asesino, privándola de la libertad de pensar por si misma.
En un soplo cambió del galope a un trote armonioso, seguido de risas externas, no cardiacas, mientras la cabeza abría la puerta de nuevo al libre pensamiento.
El corazón era independiente; iba(y va) unido, por supuesto, al cerebro, pero palpita por sí mismo y tiene un lenguaje que se aleja del verbal y es puramente biológico y que hay que saber escuchar.
Pon la cabeza sobre mi pecho y escúchalo y , si es posible, si te deja, y si tu quieres, intenta entenderlo.