Tamara de Lempicka

martes, julio 11, 2006

ropa caída


Como si mirasen por el ojo de una cerradura. Voyear de medio pelo que observa cómo ella decide quitarse la ropa, con sumo cuidado para quien está sentado en la cama en penumbra. Apaga la luz, todo lo ilumina una vela que hace que el observador sea inexistente y que ella ría tímidamente mientras deja caer los tirantes de su vestido de raso negro y permite que se vea el encaje de su ropa interior y el liguero.
Está indecisa, nerviosa, que dificil era desnudarse para él. Pensó que sería "una vez más" pero la situación se salia de su rutina. El bandoleón sonaba desde lo más bajo de la acera que rodeaba el edificio.
Ella se movía al compás de la música y seguía riendo cuando la música paró.
Comenzó a oírse una lejana armónica y ella se acerco a su observador para darse cuenta de que ya no estaba en su sitio. Buscó ansiosa el rincón dónde se había escondido y aun sin verle, siguió bailando y quitandose la poca ropa que le quedaba moviéndose para si misma pero sabiendo que la miraban desde la profunda oscuridad. Que él la miraba.
Paso el tiempo, un par de minutos y la presencia que le hacía danzar al ritmo de su respiración ya no estaba en el ambiente. Se paró, buscó, escudriñó la habitación pero él ya no estaba , se había ido, la habia dejado sola y desnuda.
Se apresuró a buscar su ropa entre los pliegues de la cama y los cojines que poblaban el suelo y se fé a un pequeño hueco dentro de sí misma, donde se volvió a cubrir mientras lloraba.