Tamara de Lempicka

lunes, junio 26, 2006

Hadas madrinas


La verdad es que esta carta debí haberla dicho y no escrito hace mucho tiempo.
Cuando era pequeña siempre me gustó cenicienta, la magia, los ratones que hablaban, la madrastra, pero sobre todo me gustaba el hada madrina.
Era una mujer amable, afable, con una pícara sonrisa y que daba consejos y ordenaba cosas que nunca la protagonista del cuento se negaba a desobedecer.
Nosotros, en la vida sin cuentos, los que hemos sido bautizados por la Iglesia católica contamos también con madrina y padrino, aunque no tengan varita mágica ni nos regalen zapatos de cristal.
A la del cuento no se la podía llamar ni ver cuando se deseaba y en mi caso tampoco fue así cuando era pequeña. Mi madrina me recordó, hace un mes y medio, la última vez que la vi, que recordaba cuando yo tenía 4 o 5 años paseabamos por el parque de Berlín y yo decía:
-Tita madrina, porque mi papá no me deja verte?
Porque , por razones que aun a dia de hoy superan mi conocimiento, problemas entre ella y mi padre hicieron que mis visitas fueran furtivas, solo cuando iba a casa de mi abuela y nunca con él cerca.
Nunca lo entendí, a dia de hoy tampoco lo entiendo.
Esta mañana me han despertado con la noticia de que despues de una extraña enfermedad se habia cansado de luchar.
Nunca fue una mujer fuerte, pero era mi hada, la que me regalaba deseos por mi cumpleaños y cuentos llenos de magia.
El abrazo de su hija, hoy , me ha roto del todo.
Ella creía que despues de todo esto había algo más. Ojala sea asi y ahora lo pueda disfrutrar.

miércoles, junio 21, 2006

El equilibrio


Lo bueno y lo malo, lo femenino y lo masculino, blanco y negro... el cuento de siempre, los opuestos se atraen y se equilibran.
¿Es eso cierto? ¿Solo se consiguen las cosas con lo más opuesto a ellas, como las pilas o los imanes? Totalmente opuesto pero en el fondo es lo mismo
Clara y Solange son dos personajes. Son dos hermanas. Son dos criadas. Son lo mismo pero no se parecen nada
La caridad y la oscuridad, lo verbal y lo físico. Los espejos donde la una refleja a la otra.
Estallido contra calma y desesperación contra desesperación.
Las criadas de Jean Genet se equilibran, la una no sería sin la otra. No viviría si no es por la otra. Se emocionan al odiarse, se espían, se defraudan, juegan y desbarran con jeugos imposibles, se sujetan ante los abismos que provoca su señora.Hoy vuelven las criadas. Es la última función.

lunes, junio 05, 2006

Piedras

- ¿Porque las piedras están ahí, quietas?
_ jajaaj porque son lo que se llama seres inertes.
_¿Comó?
-Inertes, sin vida
-¿Están muertas?- dijo dando un salto para alejarse del suelo empedadro de la plaza.
- Nooo, no están muertas porque nunca hantenido vida.
-¿Nacieron así?
- Bueno, ... sí, nacieron así
- Ahhhhh! y, a ver: si una piedra es in, in...¿como era?
- Inerte
- Eso, ¿porque mamá dice el hombre siempre tropieza dos veces con la misma? O la piedras se mueven solas, o los hombres somos tontos.
- Jajajaja. Hay un poco de cada, pero eso es una metáfora- respondio su hermana, una "sabia" según él.
- ¿Una que?
- Metáfora... bueno ya lo aprenderas en el colegio cuando seas un poco más mayor.



Y se sentó con los brazos cruzados y las rodillas magulladas a mirar las piedras esas que poblaban el suelo y por culpa de las que tantas veces había caído.
En una esquina había un montón de piedrecitas que no dudaron en saludarle desde lejos. Corrió(con cuidado de no tropezarse consigo mismo) y se metió un puñado en el bolsillo. En medio de la plaza una farola con un poyete alrededor le esperaba para hacer las veces observatoriodesde las alturas, contra sus enemigo .
Comenzó a lanzar las piedrecitas de sus bolsillos, con fuerza y enfado .
-¡Toma!Por la herida del otro día del patio¡Toma! Por cuando me hice la brecha. Sé que no estais muertas así que cuando os desperteis vereis lo que es bueno.
Lanzó el último puñado con toda la fuerza que tenía y una de las piedras que rebotó en el suelo fue a parar a su ojo.
Lloraba mientras llamaba a su hermana que observaba desde una terraza, sonriendo al saber, desde hacía rato, que eso podía pasar, pero le gustaba verle jugar y tener ilusiones y pasarselo bien.

Desistió en su lucha pero nunca miró a las piedras igual.


(pd:¿donde están las cerezas?)